lunes, 19 de septiembre de 2011

Rotaciones en la portería

Desde hace una década se pusieron de moda las rotaciones. Ante la gran acumulación de partidos, sobre todo de los equipos que participan en competiciones europeas, los entrenadores suelen repartir los minutos entre los integrantes de su plantilla con tal de optimizar su rendimiento físico. Sin embargo, hay una posición que todavía no está acostumbrada a las rotaciones: la portería.

Los guardametas no están obligados a realizar el mismo desgaste físico que los jugadores de campo, así que el cansancio no es buena excusa para rotarlos. La única base para turnarlos es la confianza, pero puede ser un arma de doble filo. Hasta el momento, la mayoría de entrenadores solía otorgar los partidos de la copa doméstica a los porteros suplentes para que se mantuvieran activos, se siguieran sintiendo parte del equipo y pudieran estar preparados para una eventual sustitución del cancerbero titular por motivos mayores. Pero Unai Emery, técnico del Valencia, ha dado un paso más. Pese a haber contado en Liga con Guaita como titular, en la Liga de Campeones (la competición más importante en el panorama internacional) alineó de inicio a Diego Alves… para unos días más tarde, volver a contar con Guaita ante el Sporting en Liga.

La justificación de Emery se basa en el buen trabajo y rendimiento de ambos, que le permite otorgarle la confianza a los dos para jugar cualquier partido. De esta manera, dándole un partido de Liga de Campeones a Alves le demuestra que cuenta con él incluso para los partidos más importantes. Es decir, la rotación supondría un mensaje de confianza.

Pero a su vez, también puede suponer un mensaje de inestabilidad. La portería es una posición muy específica que suele implicar un liderazgo y una confianza única, a sabiendas de que un simple fallo puede costar un partido entero. El hecho de alternar a los dos porteros puede provocar que uno de los dos considere que al mínimo error tendrá muchas dificultades para volver a jugar, lo cual no ayuda en la toma de decisiones ni en la acumulación de confianza.

En un principio parece que a Emery le ha salido bien la jugada, puesto que tanto Alves como Guaita rayaron a un nivel exquisito y mantuvieron sus porterías a cero ante el Genk y el Sporting respectivamente, con algunas intervenciones de mérito. Pero, ¿mantendrá Emery su apuesta por Alves en Liga de Campeones ante el Chelsea, un rival de gran entidad, en la próxima jornada?

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